Ataque a dispositivos de comunicación de Hezbollah en Líbano: 15 años de preparación
Israel desmantela la red de comunicación de Hezbollah en Líbano tras un ataque planificado durante más de una década, causando bajas masivas y caos en Beirut.
El ataque coordinado por parte de inteligencia israelí que detonó miles de dispositivos de comunicación utilizados por Hezbollah en Líbano fue una operación que, según fuentes de inteligencia estadounidenses, estuvo en planificación durante al menos 15 años. El informe fue publicado por ABC News, destacando la complejidad y el largo proceso detrás del ataque, que incluyó el uso de compañías fantasma y múltiples capas de oficiales de inteligencia israelíes.
El ataque, que ocurrió en Beirut, fue llevado a cabo utilizando dispositivos de localización y radios de mano modificados con explosivos. Los aparatos fueron distribuidos por una empresa húngara, la cual aparentemente actuaba como fachada para las actividades de inteligencia israelí. Según el informe, muchos de los involucrados en la operación no sabían para quién trabajaban realmente.
El ataque fue meticulosamente planificado, con entre 30 y 60 gramos de explosivos insertados en los dispositivos junto con un detonador electrónico. A pesar de que una operación similar fue considerada por la CIA, fue rechazada debido al alto riesgo para civiles inocentes.
El impacto del ataque fue devastador. En el primer día, se reportó que más de 3,000 operativos de Hezbollah resultaron heridos, y al día siguiente, otros 450 fueron afectados por la explosión de radios de mano. Aunque Hezbollah confirmó solo 37 muertes, las estimaciones israelíes sitúan el número de fallecidos mucho más alto.
El ataque ha causado pánico en áreas controladas por Hezbollah, especialmente en el sector Dahiya de Beirut, donde ocurrieron las primeras detonaciones. Las operaciones de inteligencia de Israel han logrado desarticular una parte significativa de la infraestructura de comunicaciones de Hezbollah, en lo que ha sido uno de los golpes más certeros contra la organización en años recientes.
Este ataque representa un avance en la guerra de inteligencia entre Israel y Hezbollah, exponiendo la habilidad de las agencias israelíes para penetrar profundamente en las operaciones del grupo en Líbano. La explosión de los dispositivos de comunicación no solo ha causado bajas significativas, sino que también ha desorganizado las redes de comunicación de Hezbollah, un factor clave en sus operaciones militares y logísticas.